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Presidente Felipe Calderón, Hace un año, en febrero 2011, más de 50,000 activistas se movilizaron alrededor del mundo, consternados por los ataques sistemáticos del gobierno mexicano en contra de los derechos sindicales y se reunieron con representantes de embajadas y consulados de México en todo el mundo. Un mes después, la Organización Internacional del Trabajo hizo un llamado a su gobierno a gestionar un dialogo social y reparar las cortes laborales para imposibilitar la manipulación de los derechos de los trabajadores a través de los contratos de protección. En 2011 y de nuevo en 2012, los sindicatos mexicanos, la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica y la Confederación Sindical Internacional (CSI) comunicaron al gobierno mexicano la necesidad de tomar acción e implementar las recomendaciones de la OIT. Hasta el momento, no han respondido a nuestra petición. |
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Desafortunadamente, durante el último año y a pesar de las fuertes recomendaciones de la OIT, su gobierno no ha realizado ninguna acción para mejorar los estándares laborales internacionales, todo lo contrario, la propuesta retrograda de ley laboral y el uso de “nuevo criterios” para registrar sindicatos y contratos colectivos de trabajo en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal son claros ejemplos del intento de consolidar el sistema de contratos de protección patronal. La situación de los trabajadores empeora de forma preocupante; se caracteriza por la violencia, intimidación y criminalización del trabajo de los sindicatos y toda lucha social. La complicidad que existe entre el gobierno y líderes sindicales charros ha crecido, acercándose a la desgaste permanente de los principios básicos de la libertad y autonomía sindical. Ejemplos recientes de ello incluyen: 1. La negación del registro y la toma de nota de sindicatos independientes y democráticos y sus líderes democráticamente electos, incluidos los ataques continuos en contra del Sindicato Minero (SNTMMSRM) y su secretario general, Napoleón Gómez Urrutia, y en contra de la Unión Nacional de Trabajadores Técnicos y Profesionales de PEMEX (UNTyPP). 2. El despido masivo de trabajadores, resultado de la extinción ilegal y fraudulenta de empresas sindicalizadas. No se ha resuelto la reinstalación de 16,599 trabajadores electricistas, miembros de Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a pesar de los acuerdos hechos por su gobierno, a través de la Secretaría de Gobernación, el 13 de septiembre de 2011. 8000 trabajadores de Mexicana de Aviación siguen en la calle más de dos años después de la suspensión de operaciones pese al interés de inversionistas. Y 300 trabajadores de Sandak se encuentran desempleados e intentado evitar el saqueo ilegal sus centros de trabajo por parte de los patrones. 3. La manipulación de los procesos legales e administrativos que determinan la representación sindical y los derechos de negociación colectiva, como en el caso Atento, donde se dio un recuento fraudulento en la Junta Local de DF en noviembre 2011 y 10,000 trabajadores fueron privados de su derecho de elegir sus representantes; el uso de criterios arbitrarios para negar la toma de nota al comité ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad México (SUDUACM) y el Sindicato Único de Trabajadores del Instituto de Educación Media y Superior (SUTIEMS); y la aparición súbita de sindicatos charros o “fantasmas” en representación de trabajadores, como les occurió a los 7000 trabajadores de la empresa PKC en Ciudad Acuña y los 2300 trabajadores de Honda en Jalisco. Como miembro de la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica, una federación respaldada por 25 millones de miembros en 100 países, me uno al movimiento laboral internacional para hacer un llamado al gobierno mexicano de respetar los derechos laborales fundamentales, reconocidos mundialmente y ratificados por su país. Le urjo que tome los pasos necesarios para implementar las recomendaciones de la OIT de inmediato a través de un dialogo constructivo con sindicatos y aliados sociales, buscar las medidas legislativas que eliminarán los contratos de protección e iniciar un cambio verdadero que permita el progreso de los derechos sindicales en México. Atentamente, Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) |
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