OTTAWA – El Congreso Canadiense del Trabajo (CCT) dice que se alegra de que una queja por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en contra de su gobierno se escuchará en Canadá y los Estados Unidos en virtud del Acuerdo Norteamericano sobre Cooperación Laboral (ACLAN).
“Este es un desarrollo positivo y esperamos que va a convencer al gobierno mexicano a negociar de buena fe con los trabajadores que han tratado tan escandalosamente”, dijo Hassan Yussuff, CCT Secretario-Tesorero.
En octubre de 2009, el gobierno mexicano extingue Luz y Fuerza del Centro (LyFC), uno de las dos empresas paraestatales de México, de servicio publico de energía. El decreto dio lugar a la recisión de 44,362 trabajadores sindicalizados de LyFC (toda la plantilla de trabajadores del SME), así como el contrato colectivo y sus derechos a negociar del SME. El gobierno utilizó la policía y soldados para ocupar y cerrar la sede de LyFC, cientos de sus lugares de trabajo y también hostigó e intimidó al sindicato y sus miembros.
Desde la extinción de LyFC, el gobierno mexicano ha estado ejecutando las operaciones de LyFC y ha estado proporcionando los mismos servicios de energía proporcionados previamente por LyFC, a través del uso de empleados no sindicalizados y cientos de contratistas no sindicalizados.
Yussuff dijo: “Creemos que fue una violación de las leyes laborales de México y su Constitución. También fue una violación de las responsabilidades de México bajo el acuerdo laboral paralelo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “
El sindicato de México, junto con el CCT, el sindicato de los Trabajadores del Acero (USW) y otros 80 sindicatos más y organizaciones no gubernamentales de toda América del Norte, presentaron una denuncia ante las Oficinas Administrativas Nacionales (OAN) de Canadá y los EE.UU. bajo el ACLAN. Las partes ya han sido notificadas que las oficinas en Canadá y los EE.UU. han aceptado las denuncias y se procederá a su revisión.
Yussuff añadió: “Este desarrollo llega en un momento importante, ya que se sumará a la presión que es colocada sobre el gobierno mexicano.” El gobierno ha estado negociando con el sindicato para reintegrar o re-emplear a más de 16.000 trabajadores que se negaron a tomar una indemnización después de que su empresa fue cerrada de manera unilateral. Pero los negociadores del gobierno han sido reincidentes y los trabajadores temen que el gobierno va a incumplir sus promesas.