Convocan indignados a protesta mundial
WASHINGTON, 10 octubre.— Millones de personas en todo el mundo tomarán calles y plazas el 15 de octubre para protestar contra la inequidad del sistema financiero, anunció hoy una coalición internacional.
Durante años la globalización ha ido en contra de los ciudadanos del mundo. Ahora, los ciudadanos del mundo usaremos la globalización para pedir justicia, señalan los organizadores de este movimiento que anticipa protestas desde América hasta Asia, de África a Europa.
La gente se está levantando para reclamar sus derechos y exigir una verdadera democracia. Ahora es el momento de que todos nos unamos en una protesta no violenta mundial, precisa un llamamiento que aparece en el sitio 15october.net.
Los poderes que gobiernan el trabajo en beneficio de unos pocos, ignorando la voluntad de la inmensa mayoría y el precio humano y del medio ambiente que todos tenemos que pagar. Esta situación intolerable debe terminar, subrayan.
Mientras, en Estados Unidos, millares de personas demandan acortar la brecha entre ricos y pobres, en un movimiento que ya llega a la mayoría de las regiones del país.
Plantean que el uno por ciento de los estadounidenses son propietarios del 24 por ciento de la riqueza nacional; y el cinco posee más del 40 por ciento de ésta.
Con ideas como estas, las protestas ya se sienten en más de 68 ciudades, incluidas Washington, Los Ángeles, Chicago, Miami y Dallas, y se espera que el próximo sábado su radio llegue a todo el país.
Este ejército de inconformes está formado principalmente por desempleados, muchos de ellos profesionales, pero con el paso de los días se van uniendo maestros, empleados públicos, sindicalistas, entre otros.
La protesta no es sólo contra la banca usurera y las grandes corporaciones, sino además contra los gobiernos de turno que les hacen el juego a los propietarios de los grandes capitales, plantean activistas al abogar por cambios para acortar la brecha entre los que poseen el capital y la fuerza laboral.
Al respecto, el columnista Paul Krugman sostiene en un artículo publicado en el diario The New York Times que queda por ver si el movimiento va a cambiar la dirección de Estados Unidos.
Por lo pronto, agrega, las protestas ya han provocado una reacción histérica de Wall Street y en general en los superricos, mientras la oligarquía estadounidense trata de suprimir cualquier crítica de las fuentes de su riqueza.
Al igual que en este país, las protestas sacudirán a ciudades de todos los continentes, según expresa el llamado a internacionalizar el movimiento de inconformes. (PL)
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